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Usar la inteligencia artificial para aprender idiomas: una revolución en la enseñanza de lenguas extranjeras.

Seguramente más de uno de vosotros habrá descargado una de esas aplicaciones para aprender idiomas… probablemente justo después de prometer (otra vez) que esta vez sí vas a aprender francés. La mayoría de estas aplicaciones ya no son solo diccionarios con muchas entradas, sino herramientas que se apoyan en la inteligencia artificial (IA) para facilitar el aprendizaje de idiomas.

De hecho, usar IA para aprender idiomas no solo suena moderno, sino que es una apuesta brillante que las principales aplicaciones de enseñanza llevan aplicando desde hace tiempo. Babbel, Duolingo y otras plataformas similares no solo te lanzan preguntas al azar: analizan tus respuestas, siguen tu progreso y adaptan los contenidos para que aprender te resulte casi tan entretenido como ver memes. Pero, ¿qué hay detrás de este avance? ¿Y cómo la IA está cambiando la forma en que aprendemos idiomas?


Adaptabilidad y personalización: el secreto del éxito

Una de las mayores ventajas de la IA en el aprendizaje de idiomas es su capacidad para ofrecer una experiencia personalizada. De hecho, estas aplicaciones basadas en IA funcionan a través del llamado Procesamiento del Lenguaje Natural (PLN) que permite evaluar y adaptar las clases según el nivel de cada estudiante. A través del análisis de los patrones de respuesta, estas aplicaciones identifican los puntos débiles del usuario y modifican los ejercicios para reforzar las áreas donde más lo necesita. Además, estas plataformas emplean algoritmos que calculan cuándo es el mejor momento para repasar un concepto, basándose en principios como la curva del olvido. Esto no solo mejora la retención, sino que también optimiza el tiempo dedicado al estudio.

Aquí debajo os dejamos algunas de estas aplicaciones para que podáis lanzaros al mundo de los idiomas como auténticos políglotas cibernéticos.


Duolingo

¿Os imagináis tener como profesor a un búho verde hiperactivo? Pues eso es lo que ofrece Duolingo, una de las aplicaciones más adictivas para aprender idiomas. Parte de su éxito se debe a sus ejemplos tan extraños como memorables, tipo: “Your face looks like this potato”. Esta plataforma combina ejercicios de vocabulario, gramática, pronunciación y comprensión auditiva para ofrecer un aprendizaje completo. Y en cuanto a la IA, esta última permite adaptar los ejercicios según el nivel de progreso de cada usuario, asegurando que el aprendizaje sea más efectivo. Otra característica que cabe destacar de esta aplicación es su algoritmo de recordatorio para las lecciones diarias. Este actúa como una alarma personalizada, enviando notificaciones en los momentos en que es más probable que tengas unos minutos libres para estudiar, lo que ayuda a formar un hábito diario. Además, Duolingo introduce elementos de gamificación como rachas de días consecutivos, ligas competitivas y recompensas virtuales que motivan a los usuarios a no abandonar el estudio.


Logo de Duolingo
Logo de Duolingo

Babbel

Una aplicación de aprendizaje de idiomas más seria, pero igual de útil. Desde 2023, Babbel cuenta con dos nuevas tecnologías basadas en el reconocimiento de voz: “Reconocimiento de voz basado en IA” y “Conversaciones cotidianas”. Estos sistemas permiten aumentar la confianza del usuario y prepararlo para mantener conversaciones cotidianas sin parecer unos robots. Por un lado, el reconocimiento de voz basado en IA garantiza un mayor apoyo a los usuarios durante sus clases de vocabulario, incluyendo ejercicios de repetición y comentarios para perfeccionar la pronunciación. Por otro lado, la función Conversaciones cotidianas permite a los usuarios de la aplicación practicar la expresión oral en un espacio seguro con un chatbot de audio. Además, los usuarios podrán elegir entre una gran variedad de contenidos como “presentarse” o “pedir comida”. Aparte de mejorar sus habilidades verbales, esta función ayuda a los usuarios a mejorar su confianza a la hora de hablar un idioma extranjero.


Logo de Babbel
Logo de Babbel

Mondly

Aplicaciones como Mondly no solo integran chatbots para simular conversaciones reales, sino que también utilizan realidad aumentada (AR) y realidad virtual (VR) para hacer del aprendizaje una experiencia inmersiva. La IA en Mondly permite adaptar las lecciones según el idioma que se quiere aprender, el nivel del usuario y sus progresos anteriores. Al igual que otras plataformas de aprendizaje de idiomas, Mondly cuenta con un chatbot con reconocimiento de voz, que no solamente corrige la pronunciación de sus usuarios, sino que también les ofrece respuestas contextualizadas como si fuera una conversación natural. Sin duda, una de las funciones más innovadoras de Mondly es su uso de AR y VR, que transforma el estudio de idiomas en una experiencia envolvente y dinámica. ¿No podéis ir a Estados Unidos para aprender inglés? Gracias a la realidad virtual y aumentada, podéis practicar el idioma sin tener que pasar por aduanas ni sufrir el jet lag.


Logo de Mondly
Logo de Mondly

Límites de la IA en la enseñanza de idiomas

A pesar de sus muchos beneficios, el uso de la IA en este ámbito presenta varios desafíos. Aunque las herramientas basadas en IA son excelentes para practicar y reforzar conocimientos, no pueden sustituir completamente la interacción humana o la inmersión lingüístico-cultural, elementos esenciales para poder aprender y dominar un idioma. Además, surgen preguntas sobre la privacidad y el uso de los datos de los usuarios. ¿Cómo se recopilan y almacenan las respuestas y el progreso de aprendizaje? Garantizar la transparencia y la seguridad en este ámbito es crucial para ganar la confianza de los usuarios de dichas aplicaciones.


El futuro de la IA en el aprendizaje de idiomas

El futuro promete innovaciones aún más sorprendentes: la integración de tecnologías como la realidad virtual y aumentada con la IA podría permitir a los usuarios practicar idiomas en entornos virtuales, como si estuvieran en otro país. Además, los avances en el procesamiento del lenguaje natural harían posible que las conversaciones con máquinas sean cada vez más parecidas a las interacciones con humanos.


Y, sin embargo… ¡El trato humano sigue siendo insustituible!

En conclusión, la inteligencia artificial ya ha transformado profundamente la forma en que aprendemos idiomas, ofreciendo herramientas personalizadas, interactivas y accesibles. Sin embargo, como cualquier tecnología, es importante utilizarla como complemento, no como sustituto de la experiencia humana. En nuestra escuela de idiomas creemos firmemente en el valor del contacto directo con el estudiante: el apoyo emocional, la comprensión de los matices culturales y la motivación que nace del trato humano son elementos que ninguna máquina puede replicar por completo.

La clave está en combinar lo mejor de ambos mundos: aprovechar la eficiencia y personalización que nos ofrece la IA, sin dejar de lado el calor, la cercanía y la riqueza de las relaciones humanas. Porque al final, aprender un idioma es también aprender a comunicarse con otras personas. Y para eso, no hay nada como una sonrisa, una corrección amable, o una conversación cara a cara.

 
 
 

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