Un viaje por las tradiciones del más allá
- marina9627
- Oct 31
- 3 min read
Cada cultura recuerda a sus difuntos de una manera distinta: desde el silencio y las flores en los cementerios hasta las fiestas llenas de color y música en las calles. En este artículo descubrimos cómo se celebra esta festividad en los países de las seis lenguas que enseñamos, a través de tradiciones antiguas, curiosidades y costumbres que siguen vivas hoy.
Italia
En Italia, el 1 de noviembre se celebra la festividad de Ognissanti (Todos los Santos) y el 2 de noviembre, la Commemorazione dei defunti (Conmemoración de los Fieles Difuntos). Son días dedicados a honrar a los seres queridos con visitas al cementerio, velas encendidas y flores.
En Sicilia existe una tradición especial para los niños: se cree que los antepasados les traen regalos —como juguetes, dulces o libros—, que se dejan en casa como símbolo de cariño. Entre los dulces típicos destacan las ossa di morto (galletas con forma de hueso) y los pupi di zucchero (muñecos de azúcar), que convierten estos días en momentos festivos.


Francia
En Francia, la tradición más importante es La Toussaint (Todos los Santos), celebrada el 1 de noviembre, seguida por la Commémoration des défunts (Conmemoración de los Difuntos) el 2 de noviembre.

Las familias suelen visitar los cementerios, limpiar las tumbas y llevar flores, especialmente crisantemos, que son el símbolo por excelencia de este día en Francia.

Alemania
En Alemania, el 1 de noviembre se celebra Allerheiligen (Todos los Santos), un día dedicado a honrar a los seres queridos que ya no están. Esta tradición se mantiene especialmente en los Länder de Baviera, Baden-Württemberg, Renania-Palatinado y Sarre (Saarland).
Allerheiligen es un momento de recogimiento y tradición religiosa, en el que el foco está en la memoria familiar y el homenaje silencioso a los difuntos.

Estados Unidos e Irlanda
En los países de habla inglesa, como Estados Unidos o Irlanda, Halloween se celebra el 31 de octubre. Los niños se disfrazan y van de casa en casa diciendo trick or treat? (¿truco o trato?) para pedir caramelos.

Las calles y las casas se decoran con calabazas talladas, fantasmas y telarañas. En muchos barrios, las familias compiten por tener la fachada más espectacular, con luces, música y figuras animadas que atraen a visitantes de toda la zona. En algunas ciudades, como Salem o Nueva Orleans, se organizan recorridos temáticos y tours de casas encantadas que convierten Halloween en una auténtica experiencia turística.

En Irlanda, origen de esta tradición, se encienden hogueras y se preparan dulces típicos como el barmbrack, un pan con frutas secas que esconde pequeños objetos (como un anillo, una moneda o un trozo de tela). Cada uno tiene un significado simbólico sobre el futuro de quien lo encuentra (por ejemplo, el anillo anuncia matrimonio). Es la versión celta antigua de las actuales “sorpresas” en pasteles o roscones.

Portugal
En Portugal, el 1 de noviembre se celebra el Dia de Todos os Santos (Día de Todos los Santos). Ese día, los niños van de puerta en puerta pidiendo el pão por Deus, una tradición que mezcla la caridad, el recuerdo de los difuntos y la comunidad.

Es una tradición muy antigua (siglo XV) y precursora del “truco o trato”, pero con un sentido más espiritual. En lugar de caramelos, reciben panecillos, frutas o dulces caseros.

México
En el mundo hispanohablante, una de las tradiciones más conocidas es el Día de los Muertos de México, celebrado el 1 y 2 de noviembre. Durante esos días, las familias preparan altares con flores, velas, fotos y la comida favorita de los difuntos, para recordarles con alegría. Se elaboran calaveras de azúcar y pan de muerto, y los cementerios se llenan de color y música.

El altar u ofrenda familiar: representa una comunión entre vivos y muertos, donde los difuntos “regresan” para disfrutar de sus cosas favoritas.
Esta fiesta combina antiguas creencias indígenas con la tradición católica, dando lugar a una celebración única y profundamente simbólica.

Conocer cómo cada cultura recuerda a sus seres queridos nos enseña que los idiomas no solo se hablan, sino que también se sienten.
Cada palabra, cada tradición y cada recuerdo son una forma distinta de celebrar la vida. ¿Y si el próximo idioma que aprendas te permitiera descubrir nuevas formas de recordarla?








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